He querido saber, cómo va el mercado laboral español en
estos tiempos de crisis y cómo podré aplicarlo a mi futuro como traductora. Pienso
que de lo que se trata es de prepararme o encaminarme hacia lo que más se demanda
en el país y tengo curiosidad por saber qué es lo que traduciré cuando termine
la carrera.
Pues bien, encontré un artículo en el Expansión del 30 de junio de
2010, en el que se contesta a la siguiente pregunta: ¿Cuáles son las profesiones en las que más se cobra? y, ¡me quedé
de piedra! ¡La actividad económica que más ingresos generó a sus trabajadores
fue el suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado! ¡UY!
¡Debí estudiar para electricista! ¡Apaga la luz y vámonos!
El 20% de la energía que se consume en España se gasta en nuestros hogares. Las casas aisladas consumen el doble que los pisos y el gasto medio por habitante es de 990 euros al año. La calefacción es lo que más consume y los aparatos en stand-by superan el 2% del total.
En España hay 17 millones de viviendas habitadas. Son nuestras casas y gastan energía, mucha energía. ¿Cuánta? El IDAE (instituto público que depende del Ministerio de Industria) ha publicado el estudio más completo sobre el tema hasta la fecha. Con 9.000 entrevistas y 600 mediciones reales, sirve para responder a muchas preguntas y arrojar luz sobre nuestro consumo energético:
Nuestras casas consumen la quinta parte de toda la
energía que se consume en España (y la cuarta parte de la electricidad).
23 bombillas en cada casa y 990 euros de gastos al año
Una cosa lleva a la otra. Es cierto que ahora que
lo pienso, soy bastante descuidada con la luz que gasto. Soy negligente en el uso de los electrodomésticos: la tostadora; el calentador de agua; la radio que sigue hablando aunque no la estoy escuchando; la TV que está encendida porque
un miembro de la familia, hacía un rato, la estaba viendo, pero, como-lo-llamaron-al-teléfono-abandonó-su-asiento-y-se-encerró-en su-habitación, abandonando la tele a su suerte; la luz del baño
que alguien se olvidó de apagar después de cepillarse los dientes (u otras
cosas); la lavadora que pones en marcha por la noche para que lave mientras
duermes (porque ya no sabes cómo robarle horas al día); y así sucesivamente, o sea, etc., etc., etc.
Ahora entiendo a mi abuela Maye, que en paz descanse,
cuando me llamaba la atención, enfadada
toda ella, porque había dejado una luz encendida. Me decía, que ella no tenía ningún “amante” (querío para los canarios) en la compañía eléctrica que le pagara
las facturas. Vivir sin luz es algo impensable en los tiempos que corren, pero pagarla a precio de oro es una insensatez.
Cambio pues mi entrada, y pospongo la que tenía
pensada escribir, porque creo que esto es un tema muy serio que nos atañe a
todos, a mí la primera. Aquí van algunos consejillos que espero puedan
aprovechar para reducir la factura de la luz, que crece y crece cada vez más
porque gente como yo la abonamos inconscientemente cada día. Por la que me
toca, digo que ¡basta! – lo siento chicos que trabajáis en la compañía de la
luz, pero la crisis también se comparte -; pondré cartelitos de colores por
toda la casa para que mi familia se entere de lo que debe y no debe hacer
respecto al ahorro eléctrico. ¡Mucha suerte a los demás! ¡Vamos Pepe-Luis, apaga las velas que es hora de descansar!
Aprovecha la luz del sol siempre que
puedas, es gratis y de mejor calidad.
Apaga las luces de habitaciones que no
estés utilizando.
Mantén las lámparas limpias, la suciedad
restará luz.
Cambia las bombillas convencionales por
otras de bajo consumo, duran 8 veces más y gastan 10 veces menos.
Utiliza tubos fluorescentes en sitios donde
necesitas la luz más horas.
Coloca la mesa de estudio o de trabajo para
poder aprovecharte del sol más tiempo.
Ojo con los ordenadores y la televisión, si
los pones enfrente de una ventana, terminarás cerrando las persianas para poder
usarlos.
Los colores claros en las paredes y techos
aprovechan mejor la luz emitida y reducen el alumbrado artificial.
Frigorífico y Congelador:
El frigorífico es el electrodoméstico que más consume energía y al mismo
tiempo depara la contingencia de ahorrar mucho. Se destina casi 19% de la
energía gastada en viviendas españoles a la refrigeración y congelación de los
alimentos.
Cuanto más grande es el frigorífico, más
energía gasta. A la hora de comprar uno, es mejor elegir el tamaño que vamos a
utilizar.
Colócalo en un lugar fresco alejado de las
fuentes de calor: radiación solar, horno...
Descongélalo antes de que la capa de hielo
del congelador llegue a los 3 mm. Ahorrarás hasta un 30%.
Comprueba que las gomas están en buenas
condiciones y hacen un buen cierre, evitarás pérdidas de frío.
Nunca metas alimentos calientes, deja que
se enfríen fuera. Así el frigorífico no perderá frío.
Cuando saques un alimento de congelador
para comer al día siguiente, deja que se descongele en el refrigerador, ganarás
frío de forma gratuita.
Abre la puerta sólo cuando sea necesario,
así no se perderá frío.
Llénalo solo 3/4 de su capacidad, así se
consigue la mayor eficiencia.
Horno eléctrico y cocina:
No abras el horno innecesariamente, perderá
un 20% del calor acumulado.
Aprovecha al máximo la capacidad del horno,
si es posible, cocina varios alimentos a la vez.
Apaga el horno un poco antes de terminar de
cocinar, el calor que queda terminará de cocinar.
Los hornos y cocinas de gas ahorran hasta
un 80% de energía ya que calientan los alimentos al instante.
La llama o la placa tiene que ser menor que
la base de la cacerola, así no se perderá energía.
Es bueno tapar los calderos y mantener la
llama baja, esto ahorra más que mantener la llama alta con los calderos
destapados. Si tienes olla rápida utilízala, ahorra mucho.
Las cocinas de inducción, que generan la
energía por campos magnéticos, calientan los alimentos más rápido y usan la
energía de una forma más eficiente.
Lavavajillas:
Cuanto más grande es, más energía gasta.
Utilízalo sólo cuando esté lleno.
Utiliza programas económicos y a bajas
temperaturas. El 90% de la energía que utiliza este electrodoméstico se destina
a calentar el agua.
Si hay que aclarar la vajilla antes de
meterla en el lavaplatos hazlo con agua fría.
Plancha:
Su consumo es muy alto (una hora de plancha
equivale a 20 horas de televisión o a 7 de ordenador). Intenta planchar grandes
cantidades de ropa y no la dejes encendida si no la estás utilizando, o, no
planches... à cita a Adolfo Domínguez y di: viva la arruga J
Televisión, DVD y equipo de música:
El modo “en espera” con el piloto encendido
consume energía sin que te des cuenta. Puedes conectar todos estos aparatos a
un ladrón con interruptor. Así, bastará con pulsar este botón para apagarlos
todos a la vez.
Equipos informáticos:
Los equipos “Energy Star” consumen menos,
ya que entran automáticamente en estado de reposo.
Lo que más consume es la pantalla, puedes
apagarla en ausencias cortas, así no hará falta reiniciar el equipo.
El salvapantallas que menos consume es el
de color negro.
Deja los equipos informáticos apagados
durante ausencias superiores a 30 minutos.
Lavadora y Secadora:
Intenta que siempre esté llena, si no lo
está, pon el programa de media carga si la lavadora lo tiene.
Lava siempre con agua fría.
Aprovecha el calor del sol para secar la
ropa.
Centrifugando se gasta menos energía para
secar la ropa que con una secadora.
Limpia regularmente el filtro de la
lavadora, funcionará mejor y ahorrará energía.
Aprovecha el calor del sol para secar la
ropa.
La lavadora necesita menos energía para
lavar con un detergente líquido que con un sólido.
http://www.ecologistasenaccion.org/article5353.html
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