Acabamos
de recibir un nuevo encargo en clase de Traducción General B, Inglés. Es un texto científico técnico que trata sobre el genoma humano. Para poder
entender y comprender mejor el tema, nuestra universidad invitó a un biólogo y
traductor, Dionisio Lorenzo Lorenzo-Villegas
– Doctor en Bioquímica y Biología Molecular, Profesor/Tutor en la Universidad de
Gran Canaria (ULPGC) y la Universidad Fernando Pessoa (UFP-Canarias), que
realizó parte de la investigación de su tesis doctoral en el Instituto Karolinska
de Suecia, entre otros – que nos hizo un resumen, en términos generales, sobre
el interesante tema del genoma humano, para así facilitarnos la traducción del mencionado
texto.
Podéis seguir el texto original aquí
El
Dr. Dionisio Lorenzo comenzó exponiendo su introducción, argumentando, que lo
primero que hizo al ver los textos seleccionados por nuestra profesora, fue escoger
los conceptos de las ideas que él pensaba podían ser más difíciles para
traducir. Uno de los conceptos es “Junk
DNA”.
Para
hacer las traducciones, debemos tener en cuenta, en primer lugar, el encargo, a
quién va dirigido, porque según los destinatarios hay que dejar términos
ingleses y siglas sin traducir. Imaginémonos en un laboratorio: la comunicación
en un laboratorio entre profesionales sigue una jerga especializada, utilizan
la mayoría de los términos en inglés, más que nada por la comodidad, porque
bien es cierto que hay palabras o términos equivalentes en español. Como ya se
dijo, las siglas casi ninguna se traducen, aunque, hay algunas que sí, como por
ejemplo ADN, porque el término existe en español. Aún así, en el laboratorio se
emplea el término inglés (DNA) y la mayoría no se molesta en traducirlos porque
saben que todos lo entienden. Otra razón es que todo el material de
investigación está en inglés. Para ilustrar, un pequeño ejemplo: site es un lugar, una zona del ADN,
donde se localiza un gen u otra estructura. En el laboratorio se le llama site aunque la traducción es sitio
, pero cuando utilizamos la traducción sitio, ya no se están refiriendo
a una zona del ADN, sino a un sitio en general de cualquier lugar. Es
por eso que hay que tener muy presente a quién va dirigido el texto que estamos traduciendo
porque, si va a ser para un laboratorio de investigación, tendremos que elegir
el término en su acepción inglesa.
“Junk
DNA” (ADN basura) es como originalmente se llamó al ADN que no sirve para nada.
Nos vamos a imaginar el ADN como una secuencia de nucleótidos que se
representan con letras y que pueden ser (este ejemplo es inventado para
ilustrar) GATTACA. Hay una película futurista, que se titula GATTACA, que según
la secuencia de letras que tuviera su ADN servía para una cosa u para otra,
estaban predestinados. Y así es, estamos predestinados según la secuencia de
nuestro ADN. En casos reales, no son seis o siete letras sino millones de
letras. Cada letra representa un nucleótido
y se llaman de la misma manera. O sea, el nucleótido es lo que se representa
con una letra y ésta va formando el ADN. Para ilustrarlo gráficamente en
nuestras mentes: el ADN crea una cadena como un rosario y cada cuenta es un
nucleótido. Guanina, adenina, timina, citosina, o sea, unas moléculas que solo
forman parte de los ácidos nucleicos.
Cuando
se empezó a secuenciar genes ya se conocían algunos malos – parecía que solo
habían genes para lo malo como el gen de la diabetes, el gen de la obesidad, el
gen del trastorno bipolar – y en realidad se descubrió que hay genes para todo;
todo lo que somos está escrito en nuestro ADN. Entonces, se vio que efectivamente
eran genes que codificaban proteínas concretas, que en el gen1 estaba la
secuencia para codificar la proteína1; en el gen 2 estaba la de la proteína 2 y,
que la otra zona, que no servía para nada, era lo que finalmente se llamó “junk
DNA” o ADN basura. Se dijo que era un gen o desperdicio de “letras” que no
servía para sacar proteínas – para lo único que sirve el ADN – porque todos nosotros
dependemos de las proteínas. También estamos formados por lípidos, grasas,
aceites y azúcares, pero la estructura y el funcionamiento, los agentes que
funcionan, son las proteínas, o bien las proteínas estructurales que den
soporte, o bien proteínas enzimáticas que son “las que hacen las cosas”. De
aquí las proteínas metabólicas. Y todo está archivado en forma de ADN.
Si
seguimos el dogma central de la biología molecular tenemos que el manual de
instrucciones, la información es el ADN,
que éste está en el núcleo de nuestras células y que todas tienen el
mismo. Este ADN va a ser leído en un proceso que en biología molecular se llama
transcripción a una molécula
ARN, que es menos estable, más reactiva, y ese ARN, a continuación, dentro de
la misma célula va a ser traducido
a proteína.
Para
transcribir a ARN, primeramente
tienen que activarse los genes, la información que está almacenada en el ADN.
Después se traduce ese ARN a proteína para producir la proteína que haga falta
para cada circunstancia específica. Por ejemplo: si estamos hablando de una
célula beta pancreática – que es la responsable de la producción de la insulina
– tenemos dicha célula con su ADN encerrado en su núcleo y el gen de la
insulina en ese ADN. Cuando le añadimos a esa muestra glucosa, esa glucosa
provocará varias reacciones celulares y de repente, una de esas reacciones
responderá uniéndose al inicio del gen de la insulina para leerlo, e intentará
sacar copias del ARN de insulina, que luego la propia célula traducirá a
proteína de insulina.
Todo
gen que está en el ADN está silenciado – silente – mientras no llegue una señal
de estímulo de su activación. Esto, dicho en otras palabras, no es más que iniciar
su lectura. Es decir, el gen tiene la información guardada y no va a sacar
copias – transcribirlo y luego producir esta proteína – a menos que le lleguen
señales para ello. En todo momento le llegan a las células miles de señales de
activación y de supresión de gen, un gen que se está leyendo en exceso también
debe ser cortado y terminado al momento; la activación comentada anteriormente habrá
que pararla porque, si no, la célula “reventaría de insulina”.
¿Cuál
es la relación concreta que tiene la insulina con el azúcar para regularla? Lo
que hace la insulina en sangre es “abrir las puertas celulares” para la entrada
de glucosa. Lo que hace la insulina es sacar la glucosa de la sangre al
interior de la célula, de forma que baja la glucemia por la retirada de glucosa
de la sangre hacia dentro de las células, que ya la consumirán metabólicamente
o la almacenarán de alguna forma. Los receptores están fuera de la células y en
cuanto pasa alguna molécula de glucosa provocará dentro de la célula varias
reacciones en cascada, hasta que una de esas reacciones sea capaz de unirse al
gen de la insulina, la lea y saque la insulina. Pero aquí, en este caso, la glucosa
no ha entrado en la célula, se queda siempre fuera (dibujo nº 2, derecho en lo
alto 14h); lo que crea es un efecto en la célula. Después la célula la
metaboliza, la almacena o la utiliza en forma de energía.
Siguiendo
con lo anterior y después de este inciso, es verdad que antes solo parecía
haber genes para lo malo, como el gen de la esclerosis múltiple, etc., cuando
en realidad todo lo que somos y cómo somos está escrito en el ADN. Si
secuenciamos ese ADN – secuenciar es analizar qué listado de letras tiene ese
ADN (foto abajo, dibujo izquierda del todo, abajo) – vemos que cada uno es
distinto, pero que sí hay algunos patrones.
Ya
sabemos que la ciencia depende en gran medida de los avances de la técnica.
Esto se traduce en que los investigadores secuencian mejor el ADN conforme
tienen mejor secuenciador (secuenciador de colores, más rápidos o eficientes).
A su vez, el avance de la ciencia permitirá mejorar la técnica, que permitirá
avanzar en la ciencia. Si bien es cierto que algunos científicos “piensan que
jamás deben disculparse por decir la verdad”, también es cierto que todo
depende de las técnicas que se tengan para descubrir las ciencias.
En
algún momento del texto a traducir leeremos sobre las variaciones genéticas o
las variaciones del ADN. Los genes en el ADN no son más que la zona del ADN
donde se describe un carácter que se vaya a tener. Por ejemplo: El gen es color del pelo, que lo tenemos todos en
el mismo sitio. Ese gen va a determinar nuestro color del pelo. Ahora, según la
variante que esté en ese gen, será la variante pelo rubio, la variante pelo
castaño, la variante pelo rojo, etc. El color del pelo depende de más de diez
genes, pero como ejemplo es bastante gráfico. Entonces, el gen NO es “pelo
rubio”, el gen es “color del pelo” y, en esa casilla del gen del pelo se da la
variante de color del pelo, que es lo que heredamos de nuestros progenitores.
Otra
cosa a tener en cuenta para traducir estos “textos” es el lugar donde se
localizan sus variantes, y, las variantes de un gen se llaman alelos: alelo de pelo rubio; alelo de
pelo castaño; alelo de pelo rojo y se va a colocar, sea cual sea el alelo, en
el gen color del pelo. En esto todos somos iguales, porque somos de la misma
especie. Todos tenemos el gen color del pelo o gen de los ojos en la misma
zona, lo que nos diferencia es la variante
que se ha colocado en ese gen.
En
estos textos, que inician la historia hace 30 años, se pensaba que más del 80%
era ADN basura o “junk DNA”. Eso supone un desperdicio grande de moléculas. Hoy
se sabe que era la técnica la que no permitía descubrir para qué servían y
también sabemos que menos del 10% es ADN basura. Es de suponer que dentro de
diez años y según avanzan las técnicas, el porcentaje de ADN basura haya
menguado aún más.
Hablemos
de la secuenciación: Cuando
secuenciamos, la secuenciadora nos da una retahíla de letras que forman parte
de ese ADN en concreto, las letras que son nucleótidos. Según tengamos una u
otra secuencia de nucleótidos, nuestros rasgos serán distintos. Esto significa –
y siguiendo el mismo dogma central de la biología molecular – que el ADN que
será transcrito a ARN y que después sea traducido a proteína, los nucleótidos o
el ADN se lean de 3 en 3 (triplete, el trío de nucleótido) - (Foto 2, gráfico
arriba izquierda). Es decir, si empezamos a leer en cualquier sitio de la cadena
nucleotídica y se transcriba y traduzca a proteína ocurrirá que en el lugar del
primer triplete se incluirán un aminoácido concreto (por ejemplo, la alanina).
Si tomamos el siguiente triplete y repitiendo el proceso de transcripción y
traducción hacia la proteína, se incorporará el aminoácido serina y así
sucesivamente cada 3 nucleótidos, cuando se esté traduciendo a proteína se
incorporará un aminoácido distinto por cada triplete. Que se incorpore un
aminoácido u otro es lo que determina que la proteína sea una proteína
estructural como un andamio que haga soporte celular, una proteína enzimática
que tenga la función de formar glucosa-6-fosfato, hemoglobina, la albúmina que
transporta ácidos grasos, etc. La secuencia de nucleótidos estará localizada en
una parte del ADN, que será X, pero que varíen las secuencias de uno a otro es
lo que determinará que un individuo tenga más propensión a desarrollar una
enfermedad crónica o no, ya que son las que darán las variantes o alelos.
Bien,
todo esto es lo que se sabía cuando había un 80% de “junk DNA” pero después se
descubrió que el ADN siempre se lee de 3 en 3, pero no siempre se empieza a
leer en el mismo punto. En el ejemplo de antes empezamos a contar en 3, en 6,
en 9, etc., pero, si la proteína lectora empieza a transcribir el ADN en el 1
en vez de en el 0, ya no va a cortar en 3 y 6 como en el anterior sino en 4, en
7, en 10, etc. Entonces cambia por completo una proteína, pero desde el punto
de vista del “junk DNA” eso significó que a un mismo ADN se le podía sacar más
partido. Si esa proteína lectora, en vez de empezar en 0 empieza en 1, ya no
tenemos GAT y TAC sino que tendríamos ATT, otro aminoácido (valina) y ACA, otro
aminoácido (treonina), etc. Ya son aminoácidos distintos y, por lo tanto,
proteínas totalmente distintas. En el proceso, la proteína lectora va sacando
una copia (hebra) ARN y la convierte en proteína. El cambio de pauta de
lectura, el que se empiece en otro punto, se correlacionó con que con una misma
hebra de ADN vamos a tener el gen 1, el gen 2, pero al cambiar la pauta de
lectura y empezar en distinto lugar, se descubrió que se podía sacar otro gen
distinto. O sea, que según donde se empiece a leer, de una misma secuencia de
nucleótidos se pueden sacar muchos genes distintos.
Cuando
la proteína lectora, que sabe cómo leer el ADN por interacciones bioquímicas, se
encuentra con un triplete que marca el inicio de lectura (en vez de un
aminoácido) – secuencia de inicio – y comienza a contar, seguirá leyendo de
tres en tres hasta encontrarse con un triplete que marca el fin de la lectura
(en vez de un aminoácido). A eso se le llama secuencia de fin (Foto 2 abajo
izquierda). Las secuencias AAA y TTT aquí expuestas son solo para ilustrar el
ejemplo, son secuencias inventadas.
Todo
esto lo mencionamos porque con el tiempo se descubrió que había otras pautas de
lectura que convirtieron en obsoleto el pensamiento del 80% de “junk DNA”, es
más, que daban lugar a más genes. Al mismo tiempo se descubrió, que los genes
estaban solapados, es decir, que según la pauta de lectura del inicio de un gen
puede estar entremedias de otro gen que saldría con otra pauta (Foto 2,
derecha, abajo).
Otra
cosa que se descubrió gracias a este tipo de investigaciones relacionadas con el
“junk DNA” – que era ADN que no se estaba leyendo en ese momento – era que
todas nuestra células tenían el mismo ADN, aunque tienen distintas proteínas
porque sus funciones son distintas. Por ejemplo, un hepatocito, una célula del
hígado, va a tener muchas más proteínas metabólicas y su ADN será leído en
muchos más genes metabólicos porque la función del hígado es metabólica:
procesado de nutrientes, detoxificación, etc. Sin embargo en el glóbulo blanco,
que es una célula defensiva, su ADN es el mismo pero los genes que se van a
estar leyendo en esa célula van a ser de proteínas oxidantes y destructoras de
bacterias.
Eso
significa que aunque todas las células tengan las mismas secuencias de ADN, lo
que cambia de una a otra célula es qué genes de su ADN se están leyendo. De
hecho, el núcleo de la célula (donde está el ADN) continuamente está recibiendo
señales de activación y supresión de genes. Que muera una célula o que
sobreviva, por ejemplo, dependerá del equilibrio de esas señales.
Tipos de proteínas: Cuando hablamos de proteínas solemos pensar
en las proteínas musculares, que constituyen el grueso de nuestra nutrición.
Sin embargo, hay muchas otras proteínas como la albúmina, que transporta ácidos
grasos en sangre (nuestra proteína mas abundante) o la L-carnitina o carnitina,
que también transporta ácidos grasos en las células para que los “combustione”;
o la hemoglobina, que transporta oxígeno; o la propia insulina, o cualquier
enzima. Quizás unas enzimas más conocidas sean la transaminasas hepáticas, pues
cuando hay problemas en el hígado salen las transaminasas altas. También hay
proteínas que fabrican grasas, como por ejemplo el colesterol. Podemos tomar
colesterol a través de la dieta, pero si no lo hacemos, nuestro propio cuerpo
lo fabricará. Es por eso que nos cuesta regularlo, porque lo que falta lo
fabrica nuestro hígado.
En
nuestros tiempos, también está en auge creciente la epigenética. Eso quiere
decir que la propia lectura de un gen u otro también depende del entorno. De la
misma forma que si fumamos nos podemos provocar un enfisema – que puede
constituir un trastorno del ADN – sabemos que ahí no es un ADN que se leyó de
más o de menos, sino que el medio externo ha alterado determinados genes.
En
otro de los textos se habla más de variaciones, que eran los distintos alelos
que se pueden colocar en un gen. ¿De qué depende que existan variaciones en los
genes?
Las
variaciones más comunes o presentes, las que permiten la variación y selección
de la población natural, son las mutaciones.
En el ejemplo de antes, íbamos leyendo GAT y eso colocaría una alanina cuando
se esté traduciendo la proteína, el siguiente daría una serina y así, el resto
de aminoácidos según la secuencia. Una mutación es el cambio de una de estas
letras por otras. Por ejemplo: la proteína lectora se equivoca (tiene 3
millones de letras que leer, va muy rápido y se puede equivocar) cuando está
haciendo la transcripción o incluso cuando está leyendo el ADN para hacer una
célula hija. En vez de una letra pone otra. Esa proteína tendrá otros
aminoácidos que nos dan como resultado dos variantes del gen, o sea, dos alelos
distintos. El efecto va a depender de qué aminoácido se colocó por culpa de ese
error. Pueden pasar tres cosas: primero, que el cambio sea tal que el
aminoácido sea una secuencia de fin y así la proteína se quede mucho más corta
porque la proteína lectora acaba antes de leer. Segundo: puede que el triplete
sea una secuencia de inicio y empiece un nuevo gen, un nuevo gen de una proteína
nueva. Tercero: es posible que entre otro aminoácido que sea muy similar al
anterior y no se note en la proteína, serían dos alelos distintos pero de
efecto similar.
Otro
caso es que cambie el código y entre un aminoácido muy diferente. El hecho de que
haya un aminoácido distinto hará que se fuerce a la proteína a cambiar su
estructura, lo que la puede convertir en una proteína inútil. Esto quiere
decir, que a través de esta mutación, la persona carecerá de esa proteína.
Pero, puede pasar también, que esa mutación haga que en vez de una alanina se
ponga el mismo aminoácido. Esta especie de planilla con la que sabemos qué aminoácido
se va a poner se llama código genético.
Es el código que sigue la proteína traductora para meter aminoácido donde haya
triplete de nucleótidos. La equivalencia del código genético, ese triplete de
aminoácido, se dice que es promiscuo, y eso significa que distintas secuencias
pueden dar el mismo aminoácido. Esto también sería una mutación, el cambio de
una por otra, pero no se manifiesta. Todas las variantes se deben a mutaciones
que, en su momento, la selección natural consideró oportuno conservar.
Un
ejemplo de mutaciones que afectan al individuo es, por ejemplo, cuando un
aminoácido no es procesado y se le acumula en el cuerpo, no tiene la proteína
que lo procesa. Esto lo decimos, porque muchos efectos de los genes no se ven,
porque el medio ambiente no lo promueve. Ejemplo: podemos ser alérgicos al pelo
del oso polar, pero como no vivimos en su hábitat, no nos afecta. Entonces,
depende del medio ambiente, de lo que nos rodee, que una mutación se manifieste
o no. Muchas mutaciones están restringidas geográficamente. Pensemos en la
anemia falciforme: el glóbulo rojo parece una media luna por una mutación. Los
individuos con esta anemia tienen problemas porque estos glóbulos rojos no
circulan bien por los capilares y se apelotonan, por lo que pueden surgir
trombos, isquemias, falta de riego en zonas localizadas y que el transporte de
oxígeno – principal función de los glóbulos rojos – no se lleve a cabo con
eficacia. Sin embargo, en determinadas zonas supone una ventaja bastante grande
padecer esta anemia, en concreto en zonas donde hay malaria, porque el protozoo
de la malaria vive dentro de los glóbulos rojos y, al encontrarse frente a un
glóbulo rojo falciforme no puede entrar para desarrollarse. Aunque sea una
mutación, el glóbulo rojo de la anemia falciforme, protege contra la malaria.
El
Dr. Dionisio Lorenzo explicó todo esto, para que pudiéramos ver cómo, en los
últimos años, se ha ido conociendo la complejidad del paso de ADN a proteína. En
los tiempos actuales, en los que ya se sabe desde el principio al fin qué letra
hay en cada sitio del ADN, se pueden hacer estudios o encargos para investigar
el ADN en personas con, por ejemplo, diabetes o nefropatías para enfocar un
tratamiento farmacológico específico, o sea, que permite hacer un estudio y un
tratamiento personalizado de cada individuo, según su ADN.
Por último, vamos a ver lo que es la regulación génica: la regulación de los genes lo que controla es el ritmo al que se leen esos genes;
pueden ser o bien las señales de activación, o bien las señales de supresión de
un gen. Se regulan genes concretos. Si la regulación fuera del ADN, sería
regulación genética.
Fuentes:
- Wikipedia. Nucleótido
- MedLinePlus. Genes
- Monografías. Composición química
- Gobierno de España. Ministerio de Educación. Proyecto Biosfera. La materia viva
- The Guardian. Alok Jha. Breakthrough study overturns theory of 'junk DNA' in genome
- Ventanas al universo. Asociación Nacional de Maestros de Ciencias de la Tierra. ¿Qué es una Molécula?
- Wikia. Molécula
- ExPasy. Bioinformatics Resource Portal. Biochemical Pathway Maps
- rtve.es. Noticias. Ciencia y tecnología. Un secuenciador de ADN en formato llave USB por menos de 1.000 dólares
- Oxford Journals. Molecular Biology and Evolution. Jan O. Andersson, Siv G. E. Andersson. Pseudogenes, Junk DNA, and the Dynamics of Rickettsia Genomes
- The Conversation. Charis Palmer. Human Genome 2.0: ENCODE project debunks 'junk' DNA (6 september 2012)
- Código Genético: Características y Desciframiento
Hola, Marie-Claire:
ResponderEliminarSoy Dionisio, me gusta muchísimo el blog; de hecho, he consultado lo de los signos de puntuación porque es un trabajo muy bueno, enhorabuena.
Gracias por lo dedicado a mi charla, jeje.
Un saludo,
Dionisio Lorenzo
Hola Dionisio:
ResponderEliminar¡Muchas gracias por tu interés y felicitaciones!Me alegra mucho que te guste mi blog y que las entradas sobre los signos de puntuación te hayan servido de consulta.Es un tema candente al que todo profesional debe volver tarde o temprano, o para consultar o para renovar conocimientos.
Por mi parte decirte, que he dedicado una entrada sobre el genoma humano porque es un tema muy actual e interesante que me apasiona y con el que seguramente nos toparemos muchos traductores en un futuro no muy lejano. Muchas gracias a ti por habernos dedicado unas horas de tu tiempo para informarnos, aclararnos dudas y enriquecer nuestro bagaje cultural.
Un saludo :)
MC