Hoy
me he dado el gusto de asistir a un seminario en línea impartido por Irène Guinez, traductora autónoma e instructora de ProZ.com en el que habló sobre los 50 errores que deben evitar los traductores que
empiezan su andadura como autónomos. Comparto con ustedes lo que aprendí:
- No debemos vendernos demasiado barato sino valorarnos. Aplicar una tarifa correcta es evitar que nos exploten desde el principio y aumenta nuestra autoestima.
- Ser cuidadosos con las condiciones de pago y estudiarlas bien antes de acordarlas con el cliente. Siempre exigir un comprobante del pedido o, en su caso, un correo electrónico con las condiciones y demás datos del encargo.
- Tener cuidado con el famoso mes de agosto ya que también hay que garantizar un seguimiento de facturación y contabilidad y es necesario que siempre haya alguien que pueda recibir los encargos de traducción entrantes.
- La contabilidad es un elemento importante en nuestra futura empresa y no se debe dejar para el ultimo momento. Es recomendable que hagamos la contabilidad según terminemos un encargo de traducción o planificar un día a la semana para mantenerla al día. De esta forma acumulamos menos trabajo y no tendremos problemas de organización.
- No planificar los impuestos: Planificar el IVA trimestral es importante ya que los autónomos, en España, pagan el IVA cada tres meses. En el caso de Canarias ahorraremos para pagar el IGIC. Informarse bien de las condiciones de los impuestos en vuestras delegaciones correspondientes.
- No tener una cuenta PayPal es un error sobre todo si trabajamos con clientes extranjeros. Solo es necesario un correo electrónico, entrar en paypal.com y abrir una cuenta gratuita. Está claro que nadie da un duro por cuatro pesetas, por lo que debemos informarnos de la comisión que nos cobra la empresa por cada transacción.
- No saber presentar una factura: Las facturas deben tener una buena presentación, ser de fácil lectura y en varios idiomas. En la red se pueden encontrar variedad de modelos. En cada factura deben constar los datos del traductor, los datos del cliente, el número de la factura, fecha de vencimiento del pago, el número de palabras traducidas, los impuestos que se le cobra al cliente y una columna para la suma total.
- Cuidado con las divisas: No todos los clientes pagan en euros. Debemos informarnos siempre de la divisa y efectuar la conversión.
- No creerse la trola de “la próxima vez pagaremos más”. Esta promesa NO existe. La próxima vez el cliente escogerá a otra persona y le hará lo mismo.
- Cuidado con las redes sociales, pueden volverse contra uno mismo. Facebook, LinkedIn, Twitter… todas estas redes son públicas y las ven muchísima gente. Debemos cuidar nuestro lenguaje en los foros y tener en cuenta que en todos los sitios hay personas maleducadas. Sin embargo también son lugares donde se ofertan trabajos para traductores, por ejemplo en los grupos de traductores o en LinkedIn.
- ¿En pijama a las 12 del mediodía? Claro que no está prohibido, cada cual trabaja como quiere. Sin embargo, si se sigue una rutina, como en una oficina normal seremos más productivos y la productividad nos elevará la autoestima. Así que: levantarse, ducharse, vestirse, perfumarse, tomarse el cafecito y después... ¡a trabajar!
- ¡Atención al Burnout! Aunque al comenzar estaremos deseando trabajar, con el tiempo existe la posibilidad de estresarse demasiado, quizás por no saber decir que no. Prestar atención a los primeros síntomas previene un colapso de esta magnitud. No os olvidéis que sin descansar no se rinde.
- ¿Dejar o no tu currículo? Este punto se refiere concretamente a situaciones en las que, por ejemplo, la Comunidad Europea lanza una especie de concurso a las agencias de traducción porque no pueden cubrir sus necesidades. Las agencias, a su vez, envían estas ofertas a traductores, a los que les piden mil y un documentos. Debemos definir esa oferta pública y reflexionar sobre si vale la pena enviar nuestro CV a las agencias o no.
- Los plazos de fin de semana. Es viernes: I want it for monday. Es muy común que los viernes por la tarde entren encargos de traducción con un plazo de entrega muy corto. Acostumbrarse a trabajar los fines de semana es no tener vida social. Claro que cuando estamos comenzando esos trabajos de fin de semana pueden salvar nuestro pan de cada día, pero no debería convertirse en algo habitual. Una solución sería pedir otro plazo de entrega o un recargo por trabajar el fin de semana.
- No separar la vida familiar de la laboral puede ser contraproducente. Es importante separar las dos cosas si se trabaja en casa. El “despacho” debería estar aislado, un terreno propio y las horas de trabajo se deberían respetar. No vale pensar en que debes poner la lavadora, hacer las camas o preparar la comida. Por eso es crucial negociar con la familia ya que ellos no entienden que no estamos jugando sino trabajando. Sugerencia: cerrar la habitación en la que estamos trabajando y poner un cartel en la puerta en la que se indica el horario de trabajo (“no molestar”).
- No ir de vacaciones. Es recomendable cogerse libre un día a la semana o no trabajar todos los fines de semana.
- ¡Cuidado con el Google Translator! Debemos comprobar siempre que la traducción original no se haya hecho con San Gurgle (se me escapó, perdón, es un término de Mox)
- El trabajo en grupo. Compartir una traducción con otros compañeros puede ser una experiencia enriquecedora pero hay que saber trabajar en grupo. Es necesario que los compañeros traductores puedan contactarse, por ejemplo a través de Skype, para mantener la coherencia del texto a traducir. Una buena organización conjunta llevará a un texto meta de calidad.
- Cuidadín con los cambios horarios. Antes de aceptar encargos del extranjero (fuera de España) debemos cerciorarnos de los husos horarios del cliente porque a la hora de la entrega puede ser problemático. Es recomendable consultar el mapa de husos horarios.
- No irse después de haber enviado la traducción. Después de enviar el encargo en el plazo estipulado es recomendable quedarse un tiempo cerca del correo electrónico ya que el cliente o director de proyectos podría contactarnos. Esperar siempre a que el cliente nos envíe su aprobación o acuse de recibo.
- Traducir a toda velocidad aumenta las faltas. Vísteme despacio que tengo prisa.
- Una oficina caótica. Siempre se trabaja mejor en un ambiente ordenado y con lo mínimo necesario en la mesa. Ordenar la mesa antes de abandonar nuestra “oficina” nos ayuda al volver a la carga el próximo día.
- CV demasiado extenso. Un CV debe ser impecable y no debe tener más de dos páginas de extensión. En la red hay variedad de modelos y el CV Europass cada vez se pide más. También es recomendable que el CV esté traducido en varios idiomas o, por lo menos, en nuestras lenguas de trabajo.
- No prever varios proyectos al mismo tiempo. Cuando nos llega un proyecto debemos planificar o prever que pueden llegar otros detrás en poco tiempo. Para tener todo a la vista es recomendable tener un calendario y apuntar los proyectos que van entrando con diferentes colores – por ejemplo rojo para el proyecto más urgente, verde para el que tiene un plazo posterior, etc. También es importante prever un día por si pasa algo (alguna cita médica, enfermedad o mucho cansancio).
- No hay trabajo… A todos los traductores les pasa alguna vez que no tienen encargos que entregar. Es en esas ocasiones en las que pueden aprovechar para buscar otros o más clientes, seguir una formación, ocuparse de cosas que están atrasadas, ordenar documentos, mejorar sus puntos débiles o, simplemente, salir a pasear con el perro para desconectar.
- No traducir sin haber leído el texto antes. Es imprescindible saber de qué trata el texto y para eso hay que leerlo. Si el texto fuera muy extenso es conveniente leer las primeras páginas para tener una idea general. Le sigue, como ya sabemos, el trabajo previo de documentación y la preparación de la terminología.
- No ser productivos. Para ser productivos es conveniente fraccionar el trabajo, por ejemplo, trabajar durante 45 a 60 minutos sin abandonar la mesa intercalando descansos cortos. Existe una técnica muy interesante llamada Pomodoro que podéis descargar gratuitamente y que explica cómo conseguir aumentar la productividad.
- Entregar demasiado pronto. Es recomendable, si el plazo de entrega no se ha agotado, esperar un poco antes de entregar el encargo. Eso nos da la posibilidad de releer nuestro texto y corregir fallos que no habíamos visto anteriormente.
- La deformación profesional. Una de las características de un profesional de la lengua es su poco tacto (me incluyo, ¡cómo no!) con su entorno. Me explico: cuando salgo a cenar a un restaurante, por ejemplo, ¿qué hago antes de nada? Buscarle fallos a las traducciones de los menús. ¿A que también os pasa? No buscar faltas en todos los sitios ayudaría a los que no son traductores y que quieren compartir tiempo con nosotros, a sentirse mejor.
- No tener una firma electrónica. Crearse una firma electrónica es de profesionales. Podría ser una en la que salga el nombre del traductor, su número de contacto, su correo electrónico, su página web, etc.
- No contar con un sistema de archivo. Para evitar la acumulación y el desorden es conveniente archivar nuestros encargos, facturas y terminologías en diferentes carpetas. De esta manera, si necesitamos encontrar una factura de hace siete meses, sabremos exactamente donde buscar.
- No utilizar la informática es un error ya que facilita mucho el trabajo. Hay muchísimas herramientas de las que podemos beneficiarnos como los programas de memoria (MemoQ, Trados, etc.) y las herramientas de corrección (Word es insuficiente).
- No informarse sobre el cliente. Nunca se debe comenzar con un encargo sin informarse primero sobre el cliente. Para ello buscamos la página web del que nos encarga el trabajo y confirmamos si tiene teléfono de contacto (llamar y si sale señal de fax, ¡dudar!) o NIF, si figura en la lista negra de las agencias como, por ejemplo, Blue Board de ProZ, para ver las evaluaciones de los traductores (en ProZ: la puntuación 1 es muy mala, la 5 la más positiva). Otros lugares de búsqueda son los foros de las asociaciones de traductores e intérpretes o los foros de traductores en otras redes sociales.
- Cuando la corrección se convierte en traducción hay que negociar una nueva tarifa. Hay traducciones mal hechas que hay que volver a traducir. La tarifa de corrección está sobre los tres céntimos por palabra, sin embargo, si el texto necesita ser traducido de nuevo hay que volver a negociar.
- No tener ninguna especialidad. No es conveniente presentarse como un traductor que lo traduce todo. Como estudiantes o principiantes podemos mencionar qué tipo de textos nos gustan más traducir, qué tipos de textos hemos practicado más o qué tipo de texto dominamos mejor. La especialidad, cómo no, debe figurar también en el CV.
- Ergonomía. Terminar con dolores de espalda y cervicales o con el síndrome del túnel carpiano (o el manguito rotador hecho trizas) no es muy agradable, es un sufrimiento que no tiene edad. Esto no se piensa en un primer momento pero es imprescindible cuidar la postura ideal e ir ahorrando desde el comienzo para adquirir una silla ergonómica.
- Traducir para los amigos no es malo siempre y cuando sepamos poner un límite: traducir un CV gratis, sí, ¿por qué no?, traducir una página web entera, NO.
- Corregir a un compañero. Cuidado con el exceso de celo. Debemos ser imparciales, no corregir el estilo ni poner sinónimos. Es una costumbre muy desagradable eso de encontrar el máximo de faltas (hablo por mí misma).
- El SCAM. La mayoría de los correos estos venían de Nigeria. En ellos se describía una herencia que un sujeto había recibido en África y pedían tu ayuda para ingresarles nosecuántos dólares en un banco de tú país. El correo, habitualmente, llegaba a través de Yahoo o Hotmail. Es una manera sutil e indirecta de pedir dinero. No responder y enviar a la papelera. Más información sobre este fraude en este enlace
- Un traductor os ofrece trabajo. El caso Maremágnum fue un caso de usurpación de identidad de un traductor (toman los datos de un traductor y piden encargos de traducción en su nombre). Comprobad siempre la identidad del traductor que os ofrece trabajo para no dañar al gremio. El engaño se basa en la usurpación de identidades de traductores reales, pero si primero llamamos por teléfono para confirmar y sale un fax o nadie contesta… nunca cobrarás el trabajo que hiciste. Las cantidades suelen ser pequeñas pero el robo de identidad es algo muy serio y está penalizado.
- No decir NO nunca. No se debe aceptar cualquier trabajo sino filtrar los encargos y saber negociar y decir que no. Es el error más importante que hacemos los noveles porque estamos empezando y necesitamos coger el trabajo que nos ofrecen. No aceptéis ningún trabajo que ofrece tres céntimos por palabra. No Peanuts!
- El documento original está mal redactado. Al darnos cuenta que el documento es difícil de entender y que puede ser un texto que ha sido traducido anteriormente desde varios idiomas, es conveniente contactar con el cliente para que nos aclare nuestras dudas.
- La conversión de documentos. Si recibimos un PDF podemos pedirle al cliente su conversión en Word para poder trabajar. Hay documentos en PDF que son editables y podemos escribir encima.
- ONG busca traductor voluntario. Hay ONGs que buscan traductores para que les traduzcan un gran volumen de textos. Cuidado porque puede ser un chantaje emocional. No infravaloréis el trabajo de los traductores, participad en el voluntariado para adquirir más experiencia y añadirlo al CV.
- Formato del documento. Hay clientes que quieren que hagamos la maquetación, la configuración y el formato. El que sabe hacerlo debe saber que se pide una tarifa aparte y que debe figurar en el pedido o encargo desde el principio y no cuando has traducido ya la mitad del texto.
- La corrección hecha por un nativo. Debemos comprobar quién corrige nuestra traducción. Siempre debe corregir un nativo de la lengua meta.
- Clientes abogados. Muchos clientes del mundo de la abogacía cambian el texto varias veces y hay que volver a traducirlo. Este trabajo no está remunerado y hay que negociarlo.
- Días festivos o feriados. Cada país tiene sus propios días festivos. Es imprescindible estar informado de los días especiales del país de donde viene el encargo de traducción.
- Consejos: Es conveniente ser miembro de una asociación de traductor. Al principio igual no será posible por falta de medios, pero se puede ir ahorrando para pagar la cuota. También es importante suscribirse a revistas de traducción para estar informados. Hay dos revistas excelentes en la red que son gratuitas: Traditori y La Linterna del Traductor
- Más consejos: Leer blogs de traductores, son muy interesantes y ayudan a comprender o resolver dudas que podamos tener al principio (en mi Sopa de Blogs encontraréis una lista extensa).
Libros recomendados:
Thoughts on Translation de Corinne McKay
The Prosperous Translator de Chris Durban
Otras recomendaciones: Crear una carpeta con textos traducidos por ustedes mismos para tenerlos como
muestras cuando os lo pidan. Podríais hacer, por ejemplo, una carpeta con textos técnicos, otra
con textos jurídicos, otra con textos médicos, etc.
Más
información:
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Infoautónomos. ¿Cómo facturar?
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Hola Marie Claire,
ResponderEliminarAcabo de descubrir tu blog y me encanta. También me ha servido para descubrir algunos excelentes blogs que desconocía.
La verdad es que es una excelente lista de 50 errores a evitar. Tengo que reconocer que he cometido más de uno de estos errores. Prefiero no decir cuáles :)
Irena Domingo
Hola, Irena:
Eliminar¡Muchas gracias por entrar a saludar y comentar! Es un honor saber que descubriste algunos blogs que desconocías y debo decir que el tuyo también me encanta: es elegante, muy bien combinado y las entradas que escribes son de gran utilidad y amenas.
La lista de los 50 errores a evitar existe gracias a Irène Guinez que fue tan amable de impartir el webinario basándose en sus experiencias y la de otros compañeros. Me siento muy afortunada de estar rodeada por profesionales tan competentes como ustedes. Aún sabiendo los errores que no debo cometer, estoy segura que me tocará enfrentar alguno. Los errores son oportunidades para crecer y madurar, ¿verdad?
Saludos y buen fin de semana,
Marie-Claire
Hola, Marie-Claire: también un servidor ha cometido algunos de estos errrores, pero aunque con los años vas acumulando experiencia, no está mal que nos los recuerden de vez en cuando. ¡Muchas gracias por compartirlo!
ResponderEliminarHola, Pablo: ¡gracias por entrar a comentar! Todos cometemos errores... es de lo más humano y ya lo decía Séneca (errare humanum est). Lo importante es aprender de los errores que cometemos y compartir nuestras experiencias para que todos puedan beneficiarse. Es un honor ver a un maestro de la profesión por estos lares, ¡gracias!
EliminarHola, Marie-Claire: muchas gracias por tu respuesta. No soy ningún maestro;lo que soy es viejo (en la profesión y en edad)... ;)
ResponderEliminarPablo Bouvier: uno es tan viejo como se siente (lo que a edad se refiere) y, referente a la profesión, estoy segura que es un tesoro de sabiduría ;)
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