Esta carta abierta que comparto hoy con ustedes es tarea
ardua para mi. En ningún momento me esperaba estar sentada hoy escribiéndola.
Nuestra
noche pasada no ha sido de mucho descanso. Tenemos un hijo viviendo con su
pequeña familia en Texas, justo donde acaba de pasar y arrasar un tornado. Sé
lo que es preocuparse por un hijo. Por un ser querido que está lejos. Sé lo que
es dar vueltas en la cama imaginándote lo peor. Conozco el nudo que se te va
formando en el estómago, la ansiedad que intentas controlar, los sudores fríos
que vienen y van.
Conocí a Olatz a través de las redes sociales hace exactamente tres años por estas fechas. En concreto fue por culpa de nuestros blogs y es el motivo por el que publico esta entrada en el blog como homenaje a este fantástico ser que tuve el privilegio de conocer «cibernáuticamente». Desde un principio me pareció una mujer singular, vivaracha, llena de entusiasmo y alegría, siempre con muchas ganas de innovar, de disfrutar todo lo que podía y de comerse el mundo. ¡Hermosa Olatz!
Conocí a Olatz a través de las redes sociales hace exactamente tres años por estas fechas. En concreto fue por culpa de nuestros blogs y es el motivo por el que publico esta entrada en el blog como homenaje a este fantástico ser que tuve el privilegio de conocer «cibernáuticamente». Desde un principio me pareció una mujer singular, vivaracha, llena de entusiasmo y alegría, siempre con muchas ganas de innovar, de disfrutar todo lo que podía y de comerse el mundo. ¡Hermosa Olatz!
Hoy,
y por casualidad a causa de mi larga ausencia de este ciberespacio, he visto en
su muro de Facebook algunos comentarios que no me han agradado nada. ¿Qué ha
pasado? Empecé a indagar en las páginas por las que ella transitaba. Su blog no
se actualizó desde septiembre, más o menos la época en la que se me rompió el
menisco y tuve que ser intervenida. El tiempo en el que me desconecté de las
redes para poder terminar mi carrera de Traducción e Interpretación con el
Trabajo de Fin de Título. El tiempo en la que descuidé a muchos de mis
familiares, compañeros y amigos. El tiempo en el que comencé a redactar mi
boleto hacia la libertad profesional… Y me confirmaron que eran ciertos mis
temores... se nos fue.
¡Cuánto
me
hubiera gustado conocer a Olatz personalmente y qué envidia sana os
tengo a
los que habéis podido disfrutar de ella en persona! ¡Qué experiencias
tan
bonitas compartió y tuve el privilegio de seguir cuando se fue de
Erasmus a
Alemania y a Canadá, esa pasión por los viajes que compartió con todos;
las experiencias, esperanzas e ilusiones que nos hizo llegar cuando
trabajó para la agencia de traducción y
cuando decidió marcharse de España para compartir con otros sus
conocimientos en China. ¡23 años y cuánta huella ha dejado! No solo en
mí, también
en los que me rodean porque la energía que irradiaba traspasaba
fronteras,
almas y edades. Estoy triste y las lagrimas fluyen solas. Sé que el
cielo
alberga un ángel nuevo y que algún día podré darle las gracias por haber
compartido con todos nosotros su preciosa vida; le podré dar ese abrazo
que
hace mucho le quiero dar. ¡Te quiero compañera traductora! El tiempo que
hemos
compartido a través del ciberespacio ha sido muy muy especial y lo
guardaré
para siempre como un tesoro en mi corazón. Fuiste, eres y serás un gran
impacto
en mi vida.
A
los papás y hermano de Olatz les quiero transmitir mi más sentido pésame. Sé
que en momentos como estos, ninguna palabra es suficiente y perder a su niña es
una de las experiencias más crueles. Los papás nos rompemos en pedazos cuando
uno de nuestros hijos se va antes que nosotros. No vale decir que la vida es
así, todos lo sabemos. Solo quiero hacerles llegar un saludo y abrazo de
entendimiento silencioso y cariñoso. Deseo de todo corazón que Dios os ayude a
soportar tan gran ausencia. Por favor, si quieren ponerse en contacto conmigo,
estaré encantada de enviarles las cartas que compartimos Olatz y yo cuando nos
conocimos (traduccionesmccruz@gmail.com),
para que os den fortaleza para continuar siempre sonriendo, tal y como ella lo
hacía, tal y como a ella le hubiera gustado, y que os puedan transformar el
dolor que ahora os embarga en luz de esperanza.
Con el
corazón embargado por la tristeza y con todos mis respetos,
Marie-Claire
«[…]
Quizá tu cuerpo
se vaya,
con el misterio
sagrado,
pero tú,
querida amiga,
¡siempre
estarás a mi lado!
En cada gota de
lluvia
que la luz va
remolcando,
en cada nube
dormida
sobre este
cielo estrellado.
Te quedas en mi
cornisa,
caminando entre
mis pasos,
en mis noches,
en mis días,
¡en mis risas,
en mis llantos!
¡Te quedas,
amiga mía,
aunque hoy te esté
llorando!»
Autora: Hojas de otoño
Qué mal gusto. Acabas de enterarte de la muerte de una chica a la que no conocías personalmente y ¿lo primero que haces es escribirlo en el blog? ¿Tan importantes son las visitas?
ResponderEliminarNo, querido anónimo, no son las visitas las que me llevaron a escribir esta carta en el blog (nunca me han interesado las visitas, todo lo contrario), es mucho más que seguramente desconoces porque no has compartido lo que Olatz y yo hemos compartido, aún sin conocernos personalmente. Es mi homenaje a una persona querida y el blog es simbólico para ello porque fue el detonante que nos unió a las dos, igual que lo es el título. Siento que te lo tomaras así pero entiendo tu punto de vista.
Eliminar¿Se puede ser más estúpido, «Sr. anónimo»? ¡Qué fácil es criticar escudándose en el anonimato! Muchos de nosotros no conocíamos a Oli en persona, pero sí podemos sentirnos muy tristes por una persona que sí conocíamos por medio de su blog y la contagioa alegría de vivir que nos trasmitía a través de este y algún que otro mensaje privado.
EliminarAhora mismo me siento tristísimo por su fallecimiento (a pesar de no haberla conocido en persona) y pensando si es justo que Dios se lleve a una chica de tan solo 23 años con el dolor que eso conlleva para sus padres y amigos y más aun en fechas tan señaladas cono son las navidades.
Imposible, no puede ser...
ResponderEliminarDescansa en paz, querida amiga.
Acabo de compartir tu blog post en Twitter y Facebook. Igual como vos, no la conocíamos pero compartíamos en los medios sociales y teníamos en común escribir en nuestros blogs. Nos sentimos identificadas y dolidas. Para Anónimo, no sabes lo que dices y es injusto que critiques de esa manera sin saber lo que hay detrás de todo ello. Muchas gracias por esta publicación porque así pude conocer un poquito más a Olatz. Que en paz descanse. Como puse en Facebook, life is full of mysteries.
ResponderEliminarGracias, Patricia, muy amable.
EliminarDevastador es poco, que angustia pobre chavala y pobres padres, no tendrán consuelo.
EliminarSe cortó mi comentario anterior; lo vuelvo a escribir:
ResponderEliminarMe acabo de enterar de la noticia. Estoy temblando.
Mi más sentido pésame para toda la familia y amigos.
Conocí a Olatz hace un par de años, pero no fue hasta mayo de este mismo año que nos conocimos en persona. Siempre me pareció una persona muy vivaracha, aventurera, viajera y valiente. Compartíamos nuestro gusto por las aventuras de Agatha Christie (Hércules Poirot) y bromeaba con ella con que me iba a dejar un bigote como el del detective. Realmente la voy a echar mucho de menos. Una persona inspiradora y con luz propia. Un honor haberte conocido, Oli.
No nos conocíamos personalmente, pero sentía mucha admiración hacia su trabajo. Siempre me pareció todo un modelo a seguir. ¿Se sabe algo de la causa?
ResponderEliminarGracias por esas palabras, Marie-Claire. La noticia ha sido devastadora.
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